Nanook el esquimal

martes, 18 de mayo de 2010 0 comentarios


País: EE.UU

Año: 1922

Director: Robert J. Flaherty

Duración: 1 hora 20 minutos



Nos encontramos con el primer largometraje documental de la historia del cine. Filmado en los años 20 por el explorador Robert Flaherty, Nanook el esquimal nos adentra en la vida de una familia de esquimales de la tribu Itivimuit para descubrir la verdadera esencia del hombre y su lucha frente a la adversidad.

Durante 90 minutos el precursor Flaherty es capaz de seducir al espectador con imágenes cargadas de profundidad narradas en medio de parajes inmensamente blancos y que, sin duda alguna, resultarían un tanto surrealistas para la próspera sociedad de los felices años 20.
Narrado con un estilo sencillo, acompañado de música melódica y de créditos que van explicando las acciones de los protagonistas, nos encontramos con la esencia y la magia del verdadero cine mudo. Para filmarlo, Flaherty convivió durante casi dos años con esta atípica familia alejada de los cimientos de la llamada "civilización".
Las imágenes adquieren un tono poético, pero no por ello se elimina su carga de dureza ante una existencia al límite que pone a prueba al ser humano.


Flaherty se inició como explorador independiente en 1910, buscando yacimientos en la Bahía Hudson por encargo de William Mackenzie, un constructor de ferrocarriles canadiense. En 1913 ese mismo hombre fue quien, en un alarde de intuición, sugirió a Flaherty que llevará una cámara a su tercera expedición. Poco a poco, el objetivo inicial de sus excursiones pasó a segundo plano, a la par que aumentaba su interés por filmar la vida de la tribu de esquimales.
En 1916 Flaherty se encontraba en Toronto editando la película cuando un chispazo consumió los negativos disponibles, dejando intacta la única copia existente. A Flaherty no le gustaba del todo la composición de su película, hecha de retazos sueltos generales y si un hilo argumental. Es entonces cuando decidió embarcarse en una nueva aventura. De esta forma, una travesía de dos meses le llevó hasta
Port Harrison, campamento subártico en la costa noroeste de la Bahía Hudson. Durante el rodaje, la motivación y el interés de Flaherty consistieron en captar la esencia de la vida de los esquimales así como sus costumbres y tradiciones.

Nanook el esquimal sigue un orden narrativo cronológico lineal y no cuestiona nada, sólo muestra unos hechos, una vida que existe en un lugar del planeta un tanto diferente a nuestra sociedad. Son muchos los que señalan que algunas de las escenas fueron preparadas al igual que sucedió en el genial documental de Luis Buñuel Las Hurdes, tierra sin pan. Es el caso de la escena del iglú (este se encontraba partido por la mitad y preparado para facilitar el rodaje del mismo) y otra donde se muestra la pesca del pez bajo el hielo (se dice que el pez ya estaba muerto y se colocó para representar la acción). También varios estudiosos comentan que Nyla, la supuesta esposa de Nanook, era en realidad la amante de Flaherty. Aunque así fuera, estoy plenamente convencida que la realidad supera la ficción y que, por tanto, Flaherty se limitó a mostrarnos la realidad, aunque ésta estuviese de algún modo pactada.



Aunque en ocasiones resulta un tanto pesado de contemplar (por la lentitud de las acciones) nos hallamos ante un film que merece la pena ser visto por su gran valor histórico, etnográfico y antropológico. Sin guión alguno y tan solo con las notas de su bloc, Robert Flaherty nos deja un documento para la posteridad. Tanto es así que se dice que Nanook el esquimal es el Ciudadano Kane del cine documental. De esta forma, Flaherty se forjó merecidamente el apodo "padre del documental". Según sus propias palabras, su intención fue "mostrar el antiguo carácter majestuoso de estas personas mientras ello aún fuera posible, antes de que el hombre blanco destruyera no sólo su cultura, sino también el pueblo mismo"

Los niños del Barrio Rojo

martes, 11 de mayo de 2010 0 comentarios



País: India/USA

Año: 2004

Directores: Ross Kaufman y Zana Briski

Duración: 85 minutos





Ganadora en 2004 del Oscar al mejor documental, Los niños del Barrio Rojo retrata la dura vida en la que se ven asolados un grupo de niños del barrio rojo de Calcuta así como sus aspiraciones a una vida mejor.
El film nos brinda la oportunidad de conocer de primera la mano las impresiones, ilusiones, sueños y esperanzas de unos niños condenados a no tener infancia.

Todo ocurre cuando la fotoperiodista neoyorquina
Zana Briski se encuentra en Calcuta documentando la vida de las más de 7.000 prostitutas del barrio Rojo. Tras pasar varios meses en los burdeles, conviviendo con las mujeres y sus hijos, Briski se da cuenta de que éstos últimos son los verdaderos protagonistas.
Es entonces cuando esta intrépida reportera crea una relación especial con los hijos de las prostitutas y decide aportarles una vía de escape a través del arte. Para ello proporciona cámaras y carretes a los niños con el fin de ver el mundo a través de sus ojos.


El resultado es espectacular. Hay un refrán que dice "la infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir, nada hay más insensato que pretender sustituirlas". Y no hay nada más cierto que esto. Dale la cámara a un niño y hará las mejores fotos que has visto nunca: fotografias que reflejan vidas, sueños , alegrías y pesares.
La ilusión que los niños pusieron en hacer las fotos reflejando lo que para ellos es su vida cotidiana llena todo el contenido de la historia. Para ellos la fotografía llega a convertirse en una evasión que les proporciona esperanza.

El enorme talento mostrado por muchos de estos niños favorece que esta historia de compromiso social y afán de superación vea la luz en los medios. De esta forma, se consigue realizar una primera exposición de gran éxito en la Oxford Gallery Bookshop de Calcuta con algunas de las mejores fotos tomadas por el grupo. Además, Birski consigue que uno de ellos, Avijit (el más talentoso) forme parte de los cuatro mil fotógrafos de todo el mundo que anualmente exponen en la World Press Photo Exhibition de Amsterdam.

A pesar de estos grandes logros, el compromiso de Birski no cesa y con el dinero recaudado de las exposiciones trata de buscarles escuelas e internados que les aseguren una vida mejor. Una labor que se convierte en una verdadera odisea ya que prácticamente ninguna escuela admite a los hijos de prostitutas. Tras mucho empeño y esfuerzo y gracias a la ayuda de algunos contactos, “Tita Zana” (como es llamada cariñosamente por los niños) consigue su objetivo. Lamentablemente, con el paso del tiempo, algunas de las familias sacaron a sus hijos de los internados ya que ejerciendo la prostitución o robando les ayudan económicamente. Es la trágica realidad de una sociedad oprimida por la miseria.

"Hay que aceptar que la vida es triste y dolorosa". Esta frase dicha por el perspicaz Avijit muestra la desilusión de un niño que ve un futuro sin esperanza. Hoy en día es un joven estudiante de arte en Estados Unidos. No todo estaba perdido. El proyecto de Zana Briski valió la pena.


Los niños del Barrio Rojo es un testimonio estremecedor y emotivo. Pocas veces un tema tan delicado se ha contado de forma tan sencilla y cercana. Un documento imprescindible por el derecho a una infancia digna.
  • Links de interés:

http://www.kids-with-cameras.org/home/

http://www.zanabriski.com/

La historia del camello que llora

jueves, 6 de mayo de 2010 0 comentarios




País: Alemania/ Mongolia

Año: 2003

Directores: Luigi Falorni y Byambasuren Davaa.

Duración: 1 hora 30 minutos




En La historia del camello que llora nos encontramos con un documental en su sentido más estricto. En él no hay voces en off o narrador que nos adentre en la historia, sino que son los propios protagonistas los que nos muestran este entrañable relato a través de sus acciones y su forma de vida.
El film se desarrolla en el desierto de Gobi, en el sur de
Mongolia, y se centra en una familia de nómadas y cómo es su día a día.

El argumento resulta más que entrañable: la familia (que principalmente subsiste de la cría de cabras, ovejas y camellos) se enfrenta a una pequeña dificultad: uno de sus camellos rechaza a su cría (un precioso camello de color blanco) negándole su leche y el calor maternal. A partir de ahí se inicia un periplo con tal de subsanar el problema y ayudar al pequeño camello. Un violinista es la solución. Dicen que la música amansa a las fieras, y en este caso, la familia utilizará la armoniosidad de la música para crear un vínculo especial entre madre e hijo. La leyenda de este ancestral ritual cuenta que cuando la madre se arrepienta derramará lágrimas y acogerá a su cría.

Los directores, Luigi Falorni y Byambasuren Davaa son capaces de crear una conexión singular entre el espectador y los protagonistas de la historia, con los que rápidamente se crea empatía y es imposible desviar nuestra atención de sus acciones.
Gracias a esta pequeña genialidad podemos disfrutar de una estupenda fotografía así como conocer la realidad social de la zona. En definitiva, una historia sencilla pero llena de encanto que no os dejará indiferentes.

Curiosidades:

  • La familia seleccionada son verdaderos nómadas. Su tienda dista a más de 50 km de sus vecinos y su vida consiste en cuidar de 60 camellos y más de 300 ovejas y cabras.
  • El film se había planificado en un rodaje de 35 días, pero las condiciones extremas del clima del desierto de Gobi, con numerosas tormentas de polvo y bajas temperaturas lo redujo a 23 días.
  • Ambos directores fueron compañeros de curso en Italia y la película tiene su origen en un proyecto de fin de carrera.
  • Byambasuren Davaa pasó su infancia y juventud en Mongolia y sus abuelos fueron nómadas.

http://www.nationalgeographic.com/weepingcamel/

Premios:

  • El film fue nominado al Oscar en 2005 al mejor documental corto.
  • Nominación a la mejor película documental de los Premios Europeos de Cine 2003.
  • Premio de la Crítica Internacional en el Festival de San Francisco 2004.
  • Premio del Público en el Festival de Karlovy Vary 2004.